Español en América

enero 24, 2010

¿campos léxicos vs. campos semánticos?

Filed under: Lengua española — Mercedes @ 12:42 pm

El objetivo de este blog es la mejora del español y la enseñanza de ELE a través de modestas contribuciones como son las colocaciones, un diccionario que he denominado “De las mil palabras” que aunque terminado está pendiente de revisión y corrección y que Dios Mediante pondré en línea gratuitamente para que lectores y profesores puedan utilizarlo si lo desean.

El enfoque siendo novedoso se apoya en la TST de la Escuela de Montreal de Igor Mel’cuk en el que prevalece la idea de la semántica sobre el texto –léase morfología y gramática- y en la que la enseñanza del primer nivel A1 se realiza sin apelaciones a la gramática y desarrollada a través de colocaciones usuales.

En estas líneas pretendo demostrar precisamente la idea de la prevalencia de los campos semánticos sobre los léxicos, sin que esta afirmación sea concluyente en el destierro de estos últimos de la enseñanza a favor de los primeros, que entiendo es complementaria pero subordinada a la enseñanza de los significados.

El fundamento de los actuales manuales de enseñanza de segundas lenguas se apoya – sin saberlo o ignorándolo- en la idea puesta de manifiesto por el lingüista franco-lituano Greimas de las isotopías en los textos.

Si las ideas de Greimas tuvieron un éxito decisivo en el análisis de textos, y más tarde influyeron en los autores de manuales de enseñanza de lenguas maternas y/o segundas, en la actualidad ese análisis del texto ha quedado fuera de lugar desplazado por la Teoría del Significado-Texto en la que prevalece el concepto de Significado.

La idea de Mel’cuk se apoya más en la producción – escrita o hablada- de los locutores por lo que prima el Significado que pretenden expresar, sobre los textos. Por ello, la idea de que la semántica, en este caso a la hora de la enseñanza, de poner un mayor énfasis en la construcción de campos semánticos o redes semánticas que en la de los campos léxicos.

Todos los textos – no he encontrado ningún texto con el enfoque de Mel’cuk, que a priori es el más lógico y apropiado para la enseñanza del léxico-, priman la enseñanza de los campos léxicos.

En algunos manuales de enseñanza se compagina la enseñanza de relaciones de sinonimia y antonimia – sin saber el porqué- con las derivaciones morfológicas de los vocablos.

Entiendo que el insistir, siempre en el campo de la enseñanza y no en el del análisis de textos, que los métodos que pretenden ampliar el léxico de los alumnos por derivaciones de una palabra – la que sea- y clasificarlas por sus formas (verbo, sustantivo, adjetivo, etc.) sin estar equivocadas, puesto que se apoyan en el concepto del lexicón o redes léxicas existentes o depositadas en nuestro cerebro, y para al formar familias de palabras, consiguen relacionando unas con otras, incrementar el léxico de los aprendientes.

En estos manuales se insiste en dejar espacios en blanco para colocar la palabra adecuada, o en una relación de vocablos se pregunta el sacar de la lista la palabra que no corresponda a esa serie o familia.

Sin expresar con rotundidad que esta práctica sea incorrecta, y siempre desde la ampliación del léxico de los alumnos, sean estos de lengua materna o segunda, entiendo que las asociaciones o familias de palabras se deben realizar desde la idea de la semántica, que es como realmente funciona el cerebro: relaciones de sinonimia, de antonimia, metafóricas y en menor grado de metonimia que permiten al alumno conseguir un doble objetivo: por un lado desarrollar su cerebro exprimiéndolo en la busca de sinónimos o antónimos o sencillamente solicitándoles que expresen su idea sobre una determinada unidad léxica que posiblemente le sugiera redes diferentes a las que nosotros pretendemos asociar a ese vocablo que hemos propuesto como la base del ejercicio, y, por otro lado, la ampliación del léxico se realice por medio de las redes semánticas del lexicón que es como en la realidad funciona: enlaces de ideas y de significados más que de palabras.

Vuelvo a repetir, que el objetivo pretendido es la ampliación del léxico, y sin menospreciar los manuales actuales, entiendo que carecen de la adaptación necesaria a la realidad de nuestro cerebro: la asociación de conceptos y significados por encima de las palabras.

Otra carencia en los manuales de ELE, y en los de primaria y/o ESO, es la prevalencia en el planteamiento de la enseñanza del léxico, que olvida por completo la más mínima referencia a su significado. Estos libros suponen que el alumno conoce el significado de los vocablos. De poco sirve que nos esforcemos en que los alumnos conozcan nuevas unidades léxicas sin que se insista en conocer su definición. El resultado es que las nuevas unidades no se incorporan al lexicón porque el alumno no ha entendido absolutamente nada.

Así nos encontramos en los primeros años de bachillerato con un cincuenta por ciento de los alumnos que disponen de un léxico muy limitado y cuando se les pregunta por una palabra concreta, son incapaces de expresar su significado.

La moraleja de este post no es el enfrentamiento entre la enseñanza de los campos léxicos y semánticos sino la subordinación de los primeros a los segundos, resaltando la importancia de expresar el significado del léxico para que de esta manera se grabe en el lexicón.

Reafirmando estas ideas, que no son mías sino de la Escuela Lingüística de Montreal, todo el desarrollo actual de Diccionarios se realiza sobre la base de las relaciones semánticas de las palabras. Las entradas son lexias, unidades léxicas, unidades de significado, y se desarrollan en forma de colocaciones, para el uso de traductores, profesores de lengua y los destinatarios finales que son los alumnos.

 

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