Español en América

May 6, 2011

Ambigüedad en la lengua: Ser e ir

Filed under: Lengua española — Mercedes @ 9:37 am

Si criticamos la Gramática e incluso en circunstancias adversas negamos su existencia, hoy nos toca relatar una de las mayores ambigüedades de la lengua española.
Conocidas son las dificultades de los no nativos en encontrar la correcta solución cuando se enfrentan a ese muro infranqueable que representan los verbos ser y estar. Nadie ha encontrado la respuesta a ese misterio de por qué el español tiene dos verbos cuando las demás lenguas naturales como el inglés posee el to be o el francés être.
Los dos verbos españoles son parte de la esencia del alma hispana que se debate siempre entre dos opciones. Lo malo del caso es que traspasamos nuestra filosofía e inquietud a los alumnos de español a los que metemos en un callejón casi sin salida.
Otro ejemplo de ambigüedad e irregularidad son algunos tiempos de los verbos SER e IR.
Si tanto SER como IR presentan unas irregularidades asombrosas como son que, sin ir más lejos, de la morfología de IR en un santiamén nos encontramos con la primera persona del presente de indicativo que es VOY; pero si queremos expresar el pasado o pretérito perfecto simple, emplearemos en la misma persona del singular FUI.
Y si echamos un vistazo al gerundio, veremos que su forma es nada menos que YENDO.
¿Cabe mayor irregularidad y distancia en su forma? Creemos que no y el alumno extranjero de español se pregunta si estamos locos o que es lo que nos pasa.
También es cierto que su verbo to be en su primera persona del presente de indicativo se conjuga como I AM, cualquier parecido del infinitivo con su conjugación es mera casualidad.
Al francés être otro tanto de lo mismo: en su presente de indicativo y en su primera persona del singular, su morfología se transforma en je suis con un asombroso parecido a su homólogo español SER, en su conjugación SOY. No en vano ambas son lenguas latinas y su origen etimológico es poderoso.
Igualmente con el verbo SER que posee una irregularidad morfológica enorme, pero en menor grado que el verbo IR.
Su primera persona del presente de indicativo en singular SOY conserva un parecido con su infinitivo. Hasta aquí perfecto, pero la irregularidad en su forma aparece en su grado máximo en el pretérito perfecto simple o pasado en el que la misma persona del singular es FUI. Cualquier parecido con su infinitivo es pura coincidencia.
Tenemos que ir a los “subjuntivos” para que se reproduzca la misma situación FUERA en el pretérito imperfecto y FUERE en el futuro simple.
Su subjuntivo no presenta esa diferencia SIENDO, por lo que todo normal.
Pero la arbitrariedad o quizás mejor expresado la ambigüedad se presenta en su grado máximo entre estos dos verbos SER e IR en la increíble coincidencia de su morfología.
Tampoco, desde el prisma de su funcionalidad no ofrecen rasgos similares: IR en muchas ocasiones se incluye en las perífrasis verbales como mero acompañante con poca carga semántica y, SER funciona casi siempre como copulativo o nexo, también en este caso con escaso significado.
Donde se manifiesta la coincidencia en la conjugación de ambos verbos y la extrañeza que suele crear pesadillas a los alumnos no nativos de español es en los subjuntivos: en el pretérito imperfecto coinciden como dos gotas de agua:
Fuera, fueras, fuera, fuéramos, fuerais y fueran (conjugaciones de SER e IR) y en su otra forma:
Fuese, fueses, fuese, fuésemos, fueseis y fuesen (siempre conjugaciones de SER e IR) y, en el futuro de subjuntivo:
Fuere, fueres, fuere, fuéremos, fuereis y fueren.
Para finalizar en esta identidad de conjugación de SER e IR, también presenta la misma coincidencia el pretérito perfecto simple:
Fui, fuiste, fue, fuimos, fuisteis y fueron.
En estos casos de exactitud morfológica, la única manera de averiguar si pertenecen a uno u otro verbo, es el contexto, contradiciendo a la TST que en su modelización de las lenguas naturales tampoco consigue las tan traídas y llevadas “reglas” Y “normas” que al ser el sistema lingüístico un fenómeno discreto presenta este tipo de irregularidades y/o contradicciones.
En los siguientes ejemplos es fácil descubrir por el texto a que verbo pertenecen:
Juan se fue a China (FUE pertenece al verbo IR)
Juan fue tonto al irse a Alemania (FUE es del verbo SER)
Y luego decimos que el español es sencillo, transparente…
En estos casos en los que maldecimos la Gramática, sin embargo, no tenemos otra alternativa que explicar estas curiosas conjugaciones/contradicciones de la lengua española.
Recomendamos, como siempre el uso del conjugador verbal http://www.onoma.es, que si en algún momento no lo recuerdan, utilicen la siguiente regla nemotécnica: OBAMA – ONOMA, con la salvedad de que el conugador español es incomparable.

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