Español en América

febrero 12, 2013

Competencia digital y contenidos en la enseñanza de lengua materna

Filed under: Lengua española — Mercedes @ 5:44 pm

Si escribimos sobre la necesaria competencia digital en la enseñanza de cualquier materia no es ni por ansias de modernidad ni por capricho tecnológico sino porque esa herramienta extraordinaria que es Internet sustituye a la mejor biblioteca en papel.
Sorprende como alguna institución pública derrocha el dinero de todos en la creación de bibliotecas con libros convencionales. En principio NO somos enemigos del papel ni del libro en papel pero la velocidad que imprime Internet a todos los procesos de innovación, creación, transmisión del pensamiento y de las noticias y, por supuesto como base de infinitos contenidos literarios y educativos nos hace olvidar esas bibliotecas tradicionales y costosas que ante la crisis no ofrecen perspectivas de futuro.

Internet no es el conocimiento en sí mismo pero sí una base donde reside y se puede encontrar y sobre todo dado el auge de contenidos gratuitos es posible constituir una biblioteca digital de calidad con textos literarios de todo tipo.
Exceptuamos los libros sujetos a los derechos de autor que no estarán disponibles hasta que no transcurra el plazo fijado por la ley para que escritores y sus herederos dejen de percibir las regalías derivadas de su autoría.

Internet vino en auxilio del Constructivismo social un tanto en declive al ser las bibliotecas en papel un obstáculo para una veloz construcción del conocimiento.

¿Qué es la competencia digital?

Es la suficiente habilidad para navegar por Internet, acceder a los contenidos, bajarlos en formatos pdf, Word o Html para luego poder leerlos, resumirlos, reescribirlos, modificarlos y en general cualquier acto comunicativo que nos permita mejorar la competencia léxica, la literaria y otros aspectos de comunicación no incluidos en las competencias anteriores, como son el hablar y el comprender los textos.
Si añadimos el empleo del correo electrónico, de las aplicaciones tipo Whats-App y el de las plataformas virtuales tipo Moodle no como diseñadores de cursos sino como simples usuarios, podemos darnos por satisfechos.

La competencia digital requiere la utilización del teclado del ordenador o computadora con una cierta velocidad.
De los programas informáticos que trabajamos el más empleado es Word mediante el cual conseguimos cambiar los tipos de escritura y sus tonos y decorar los textos. Es más atractivo un texto e incita a su lectura cuanto más agradable sea su visión. El Word permite una serie de malabarismos que decoran los escritos amén de paginarlos, introducir cuadros y gráficos, fotografías, pies de página, colores, fondos, etc. de manera que resultan presentables.
Los docentes requerimos la ejecución de trabajos constantes y los alumnos suelen acompañar sus escritos con una correcta presentación.

Los contenidos
En función del trabajo que solicitamos Internet pone a nuestra disposición cientos o miles de artículos cuya calidad podemos contrastar leyéndolos y bajándolos a un Corpus.
A veces se nos tacha de maniáticos cuando “incitamos” a la construcción de corpus de todo tipo como herramienta de conocimiento que consigue que, al disponer en un único formato de varios artículos o contenidos, podamos interactuar con ellos, leerlos, compararlos y si estamos acostumbrados, a resumirlos.
Por un lado al leer varios textos sobre un tema determinado realizamos actos de lectura, mediante el diccionario resolvemos los significados de las unidades léxicas que desconocemos, las escribimos para recordarlas anotando locuciones y colocaciones (que aparezcan en la entrada del diccionario), resumimos y hacemos de los varios textos “bajados” al Word uno solo; si el trabajo lo realizamos en grupo cada uno de los integrantes aporta su granito de arena a la construcción del conocimiento.

¿Esta construcción de un corpus lleva más tiempo?

Es posible que sea más laboriosa y larga en el tiempo, pero los beneficios comunicativos y cognitivos superan el tiempo “perdido”.
La constitución de Corpus la denominamos “construcción” porque entendemos que es desde el concepto del constructivismo una construcción del conocimiento que puede ser individual si el estilo de cada alumno se dirige hacia esa individualidad o si hay una constancia de “grupo”, la construcción puede hacerse con la colaboración de los miembros.
Los lectores conocen nuestro criterio sobre la agrupación de estudiantes y su tutorización.
Es necesario que los grupos sean homogéneos, es decir, de similares conocimientos y actitudes sobre la realización de trabajos colectivos. No se pueden agrupar vagos con trabajadores.

La tutorización es imprescindible cuando formamos grupos. No los podemos dejar “a su aire” porque el resultado es una catástrofe. Si el grupo no es homogéneo hay una tendencia a que trabajen unos estudiantes y los otros se tumben a la bartola. Se trata de que todo el mundo trabaje y el “formato Corpus” es ideal para que el tutor descubra quien ha trabajado y quien no lo ha hecho.
El resultado del trabajo se puede evaluar mediante la “presentación” de los Corpus individuales de cada alumno y el resultado final del grupo, su corpus colectivo y la tarea final ejecutada.
Con la presentación de los Corpus, no hay ni trampa ni cartón ya que el docente comprueba quien ha construido un corpus, cuál es su dimensión y quién no lo ha hecho.

La herramienta Corpus es universal y transversal

Se puede construir un corpus para un trabajo de español lengua materna, español lengua extranjera, para una materia como Ciencias Naturales, Conocimiento del Medio, Biología o Geología; como siempre al gusto del consumidor; es una herramienta transversal que con unas actividades encadenadas “alrededor” bien diseñadas puede mejorar en y para cada asignatura las competencias lectoras, cognitivas y léxicas, amén de mejorar la ya expresada competencia digital.

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